Sierra Nevada, bajo la atenta mirada del Mulhacen y el Veleta, realizamos el Curso de Alpinismo I, modo iniciación.
A mediados de marzo del año pasado cuando ya apenas quedaba nieve que disfrutar, según el instructor, porque para nosotros había demasiada. Estuvimos tres días de curso. La idea era experimentar y aprender lo que vemos en las grandes ascensiones a picos de mas tres mil en pleno invierno. Y así fue. Agujetas, tarde en el hospital y un dedo meñique roto, pero eso es otra historia que contaré al final.
Participantes: Nuria, Miguel, Vicente, el instructor y cinco más.
Aquí en la cota más alta a la que ascendimos y junto a todo el equipo de cordada que participabamos en la expedición de aprender a amar un deporte que aunque helado tiene su atractivo. Altura, blanco, frío, mojado, sol, compañerismo y libertad. Sobre todo a 3025 metros sobre el nivel del mar se oye la libertad.
El curso fue ameno, la compañía alegre, el refugio bullicioso. Entre alpinistas con sus retos, aprendices con sus líos y esquiadores ansiosos, el ambiente en un refugio puede ser de todo menos aburrido. Nos instalamos el viernes en el Albergue Universitario cerca de las pistas de esquí a 2550 metros de altitud. Ya fue una noche dura para algunos por eso del mal de altura, pero aclimatarse toca. Deseando tocar la nieve y andar sobre ella nos presentamos, comentamos los pasos a seguir del curso y a la cama que mañana toca diana.
Sábado, empieza lo verdadero. Nociones basicas de crampones, piolet, arnes, vestimenta, equipo y no se cuantas cosas más, pero cuando andamos, quiero tocar la nieve. Pues no, no vamos a andar sobre ella si no dentro de ella. La nieve esta blanda, como decía el instructor "deleznable". El andar se hacia complicado, había que abrir huella. Y en esto del alpinismo esta es la parte mas dura, creo yo. Pues bien al final encontramos un hueco de nieve un poco dura y a practicar. Rapel, anclajes, recates, técnicas de crampones ... Y así al final cansados, volver al albergue duchita y con la cervecita comentar las mejores jugadas. Fue duro el primer día pero queda lo mejor.
Domingo, mejor que sábado dicen. Desayuno y paliza de paseo. Había que subir hasta los 3000 metros para encontrar una placa que nos permita realizar lo principal del curso. LAS AUTODETENCIONES. Si en mayúsculas, por lo divertido, dijo divertido, por el mal trago que pasamos. Después de una subida infernal, desnivel positivo de 600 metros por una nieve blanda y asquerosa para andar, encontramos la dichosa placa. Ahora tocaba hacer el tonto. Bueno aprender por si te caes a detenerte en una pendiente. Super importante pero a la vez con el es puntito de locura donde tu mismo te tiras y tu mismo te detienes. Hay trece maniobras a la cuarta paso lo que no desea nadie. Suelo ser uno de los ejercicios que más peligro lleva. Eso de tirarte por que si, siempre acaba mal. Nuria dedo de meñique roto.
Tocaba descender hasta el albergue para acudir al hospital. Nada que os puedo contar otra aventura más.
Pero bueno por norma general uno tiene que quedarse con lo mejor, la compañia de otros aficionados como nosotros, las imágenes y sobre todo el recuerdo. Tanto es así que el próximo 18 de Mayo tenemos previsto volver a esas montañas que sobre todo nos hechizaron. Y los malos recuerdos quedaran enterados en la nieve o en las lineas de este blog.
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