No puedo ser, el tiempo y la montaña no nos acompañó. Quizá para algunos sea una desilusión, para otros un fracaso, pero para mí es el revulsivo que necesito para volver. La montaña es caprichosa y en algunas condiciones tienes que renunciar y reconocer que te ha vencido, aunque para otros desde la lejanía les parezca sencillo. Esto no es una derrota, es el aliciente para repetir para conseguir el objetivo. De eso trata la vida, quizá tengas que recular para coger fuerza y poder afrontar de nuevo el reto. En otra ocasión será.
Viernes 17/5/13
El viernes todo pintaba mal. El refugio vacío por las cancelaciones de otros grupos que se habían echado atrás por las noticias del mal tiempo que nos podía acompañar el fin de semana. La llegada: lloviendo y todas las cimas sumidas bajo un manto de nubes que presagiaban un sábado al menos lluvioso. Las predicciones tampoco acompañaban, marcaban un fuerte viento y nuboso con posibilidad de tormenta por la tarde. Bueno, lo único que podíamos hacer era disfrutar del calor de la chimenea del refugio, una buena cena y esperar al amanecer del sábado para tomar una decisión.
Sábado. Despejado con sol, pero el tejado del refugio y el suelo de alrededor estaba enharinado. Teníamos ventisca, pero la predicción y la opinión del guarda del refugio de que a lo largo del día podía mejorar, nos hizo decidirnos a intentarlo.
Participantes en la ruta: Miguel y Vicente
La ruta esta marcada por un duro ascenso donde el desnivel es constante y no hay tregua. Pero el paisaje que vas dejando atrás o el nuevo por descubrir es la espectacularidad de la zona. Existió la tregua. El cielo se abría y el viento amainaba, pero seguían las rachas de viento empujándonos los copos de la noche anterior sobre la cara. La sensación térmica no desminuía, salimos con 6º desde el refugio y estoy seguro que cerca de los 2.800 metros de altitud la sensación térmica era sobre 0º. Era lo que nos temíamos. Frío, viento y la dureza de la ruta, unida a la nieve que nos encontramos hizo que al llegar a las Piedra de los Ladrones, la decisión fuera volver al refugio. Esto acababa aquí, pero solo por este día. Volveremos. El objetivo no fue cumplido y como todos los proyectos quedan en la agenda para volver a intentarlo.
Objetivo: Cerro Pelado 3.181 m. de altitud.
Demasiada nieve para tanto camino.
Nos quedamos aqui. Piedra de los Ladrones a 2.944 m. de altitud. Buen sitio para almorzar.
Les coques de la iaia María llegan hasta los tres mil metros. Qué mejor almuerzo.
INVIERNO EN MAYO
Mientras nosotros realizamos nuestra invernal del año, Nuria y Daniel decidieron disfrutar de otra ruta más corta, que al transcurrir por dentro del bosque quedaba mucho más resguardada del viento y del frío. Cerca del Refugio pudieron encontrar la paz de las aguas del Barranco de Alhori, mezclado con el relajante sonido de los cencerros de las vacas, que menos mal que no embestían que Nuria no podía correr todavía.
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